La historia del Surrealismo en Chile exige, desde hace tiempo, la urgente posibilidad que sea contada en su máxima integridad. Existe la necesidad de abarcar todo su esplendor vanguardista, ocurrido durante décadas. Ha sido difícil, más en un país de “frágil memoria” (título además de unos de los libros de poesía de Enrique Gómez-Correa). No ha faltado la indiferencia y denostación de cierto mundo académico –ungidos en hegemónicas teorías artísticas- hacia esta intrépida deriva.
Durante la historia, se ha pensado que un cuadro es como una ventana tras el cual está la realidad. Pero es falso, porque el que mira un cuadro siempre está en medio de la realidad, no afuera. Y esa realidad que rodea al hombre mira al cuadro, lo impulsa, lo mueve, lo hace cambiar y reflexiona. ¨Eso es lo que hay que pintar¨.
Para poder apreciar el arte, Matta recomienda hacer lo mismo que hay que hacer antes de comerse un yogurt, como dice en el envase ¨agitar antes de abrir¨, de la misma manera hay que agitar ¨el ojo antes de mirar¨.
“I do not paint landscapes, I paint sersajes”, expressed Roberto Matta with his surprising ingenuity to those who listened to him, considered one of the most universal artists Chile has ever had and a key figure in the artistic avant-gardes of the 20th century. His concerns about being, the universe, the Latin verb, poetry, freedom, the telluric, the alchemical, physics rushed over his canvases, sculptures, drawings, engravings and that he conceived a whole personal cosmogony.
Desde que el arte se vinculó al dinero, cosa que ocurrió muy pronto en la historia de la humanidad, las falsificaciones e imitaciones de las obras originales han sido una constante en todas las culturas y civilizaciones.
The world is changing and along with it the way of spreading art. No more fairs, biennials, museums or galleries, however contemporary artists have continued to create. This frantic search within him to represent or express his way of seeing life has not stopped.
Throughout history it has been thought that a painting is like a window behind which is reality. But it is false, because the one who looks at a painting is always in the middle of reality, not outside. And that reality that surrounds man looks at the painting, drives him, moves him, makes him change and reflects. "That's what you have to paint"
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