Jul 29 , 2020
District 13
Escrito por: Juan Brito
En septiembre de 2019 fui invitado por la Galería Bahía Utópica, junto con otros artistas de Valparaíso para participar en District 13, International Art Fair, feria que contó con la presencia de galerías provenientes de diferentes partes del mundo. La intención principal de publicar en el espacio Editorial de Tarquinia es contarles mi experiencia y comentar mis impresiones sobre este particular evento artístico.
La Feria tuvo lugar en la Casa de Subastas Hotel Drouot ubicada en uno de los barrios más dinámicos de la fascinante capital francesa, símbolo de las vanguardias artísticas e innovadoras, justamente bajo estos referentes considero que los coleccionistas de arte contemporáneos deberían disfrutar de una visita obligada a este evento cultural.
Es cierto que desde hace varios años vienen desarrollándose ferias y eventos de arte en muchos países del mundo, no cabe duda que en la actualidad para los artistas, galerías de arte, coleccionistas y público amante del arte, resulta enriquecedor y trascendente participar, sentirse parte de estos eventos culturales.
La inyección de entusiasmo y motivación que conllevan estas actividades pueden resultar para los actores implicados, en mi opinión, de incalculable valor además de actualizarse “in situ” de aquello que está ocurriendo en las áreas del arte contemporáneo. El presentar, reforzar, establecer nuevos contactos con artistas como con galerías de arte del mundo, posiciona y aumenta i indudablemente el estatus y el perfil del galerista, con ello se incrementa el patrimonio referencial y el curriculum vitae no solo de la galería de arte, sino también de todos los actores implicados.
En esta versión de District 13 International Art Fair, he podido constatar la multiplicidad de propuestas visuales presentadas por los artistas, que reflejan en gran medida la diversidad cultural de las nuevas generaciones, propuestas visuales materializadas en variadas técnicas tanto en el marco tradicional como experimental.
La sólida presencia de obras en la clásica técnica del óleo sobre tela, acuarelas, minuciosos y delicados dibujos hechos a lápiz grafito sobre papel, collages, relieves y ensamblajes, algunas de estas obras realizadas con un exquisito virtuosismo técnico. En paralelo pude observar propuestas, igualmente importantes, de obras realizadas con sofisticadas técnicas digitales de última generación.
Sorprende sin embargo, comprobar como la estética que en principio se insertó en las calles de los espacios urbanos, hoy además se encuentra sólidamente representada en el espacio y formato que caracteriza a la galería de arte, las subastas de arte, pero aún más sorprendente e igualmente gratificante, comprobar como los coleccionistas y consumidores de arte están apostando por esta “nueva estética” del arte contemporáneo. En mi opinión insisto en la relevancia que tuvo y ha tenido, entre otras manifestaciones, la irrupción del movimiento estético denominado Pictoplasma hace cerca de 20 años, el cual en un principio se caracterizaba por el encuentro de ilustradores focalizados en el desarrollo y diseño de characters, pero que al correr de los últimos años se ha ido transformando en un importante referente de la estética contemporánea, desafiando loslímites de lo puramente ilustrativo.
Pictoplasma a mí parecer ha contribuido a sensibilizar a las nuevas generaciones de artistas a volcar la mirada también hacia las disciplinas de la comunicación visual, como una importante fuente referencial para nutrir el capital creativo individual, ampliando de esta manera el campo de lo puramente visual e ilustrativo a otras disciplinas de la estética que fusionan la bidimensionalidad, la escultura, la instalación, el performance, la animación y los eventos artísticos.
Esta multidisciplinariedad también ha ido poco a poco reivindicando, recuperando “oficios” que en cierta forma permanecían marginados de la escena del arte contemporáneo, oficios tales como el tatuaje, el bordado, el collage, el recorte y pegado de papel, el dibujo a lápiz de color y bolígrafo, en fin una revalorización de estos oficios tradicionales, hoy incorporados a las técnicas clásicas y digitales, sumando y cruzándose en todas direcciones: el crossover de las técnicas. A esto se le suma la estética surgida por el mundo del scatters, la enorme influencia del Manga Japonés, junto con las ya conocidas técnicas del arte urbano – posters, relieves, pintura, graffiti, tags, etc.
Toda una “nueva” estética” que mezcla, fantasía, fábula, historia del arte clásico y contemporáneo, futurismo, retro-vintage, sci-fi, planchas didácticas, etc. Todo un torrente de imágenes “jóvenes”. Una especie de Gran Crisol , manifestaciones iconográficas diversas, democráticas, frescas, sin prejuicios jerárquicos, a veces caóticas, frías, calculadas, a veces sin fronteras con una fuerte ausencia del gran idealismo que en el pasado caracterizaba a los grandes movimientos (ismos)artísticos.
En este contexto mi impresión es que esta versión de District 13 International Art Fair ha cumplido su misión con creces, al reivindicar el carácter innovador con la presentación de múltiples propuestas artísticas contribuyendo a la actualización de lo que está ocurriendo en el arte urbano, el diseño visual y en las manifestaciones crossover de la “inclasificable” estética contemporánea.